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Vivienda accesible: cómo reformar tu casa para mejorar su accesibilidad
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Adaptar una vivienda para mejorar su accesibilidad no solo es una inversión en calidad de vida, sino también una necesidad regulada por normativas que garantizan espacios inclusivos para personas con movilidad reducida, mayores o con necesidades específicas. 

En este artículo, desde DmasC Arquitectos se detalla qué reformas realizar, las normativas aplicables y cómo beneficiarse de ayudas para hacer una vivienda accesible. 

Normativa esencial para garantizar la accesibilidad en viviendas

El diseño y la reforma de viviendas en España están regulados por diversas normativas que aseguran la accesibilidad de los espacios. Estas normativas no solo se aplican a nuevas construcciones, sino que también impactan las reformas en viviendas ya existentes, garantizando que las personas con movilidad reducida, personas mayores o con discapacidades puedan acceder y disfrutar de los mismos espacios de manera segura.

La Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad (RD Legislativo 1/2013) es una de las leyes clave que establece que todos los edificios y espacios públicos deben cumplir con estándares básicos de accesibilidad. Esta ley obliga a eliminar las barreras arquitectónicas en comunidades de propietarios cuando al menos un residente o visitante lo necesite por motivos de discapacidad o edad. 

El Código Técnico de la Edificación (CTE), por su parte, específicamente su Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad (DB-SUA), detalla los requisitos técnicos para garantizar itinerarios accesibles en edificios. 

Entre sus especificaciones, se destacan las rampas con una pendiente máxima del 6%, pasillos de al menos 1,20 metros de ancho, puertas de acceso con un mínimo de 0,80 metros de ancho libre, y baños adaptados con un espacio de giro de 1,50 metros de diámetro. Estas medidas aseguran que cualquier persona, ya sea con movilidad reducida o sin ella, pueda moverse de manera segura por la vivienda.

Normativas locales de accesibilidad en Madrid: adaptaciones específicas para viviendas

En Madrid, las reformas de viviendas para garantizar su accesibilidad están sujetas a una serie de normativas locales que complementan y refuerzan las leyes nacionales, asegurando que los espacios sean inclusivos y seguros para personas con discapacidad o movilidad reducida. Estas regulaciones establecen los requisitos técnicos que deben cumplirse para adaptar una vivienda y garantizar que se pueda acceder a ella sin obstáculos.

Una de las principales regulaciones locales es el Código Técnico de la Edificación (CTE), que establece los criterios básicos para la accesibilidad en los edificios. En Madrid, esto se complementa con requisitos adicionales específicos para la ciudad. Según la normativa vigente, las reformas de accesibilidad deben cumplir con lo siguiente:

1. Accesos y rampas

Uno de los primeros aspectos a considerar en cualquier reforma de accesibilidad es el acceso principal a la vivienda. Las rampas son fundamentales para garantizar que las personas con movilidad reducida puedan acceder a la vivienda sin dificultad. Según la normativa, las rampas deben tener una pendiente máxima del 6%. Además, los accesos deben ser amplios y sin obstáculos. Las puertas de entrada deben tener al menos 0,80 metros de ancho, para que una silla de ruedas pueda pasar sin problemas.

2. Pasillos y puertas interiores

Dentro de la vivienda, los pasillos deben tener un mínimo de 1,20 metros de ancho para permitir el paso de una silla de ruedas. Es importante tener en cuenta que todos los pasillos deben estar libres de obstáculos que puedan dificultar el paso, como muebles o cables. Además, las puertas interiores deben cumplir con un mínimo de 0,80 metros de ancho para facilitar el acceso a todas las estancias de la vivienda.

3. Baños adaptados

El baño es uno de los lugares más importantes a adaptar. Las reformas en los baños deben asegurar que una persona con movilidad reducida pueda utilizarlos con comodidad y seguridad. Según la normativa, el baño debe tener un espacio libre de al menos 1,50 metros de diámetro para permitir el giro de una silla de ruedas. 

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Además, es fundamental instalar barras de apoyo en las paredes y un asiento de ducha para proporcionar más seguridad y comodidad. Estas adaptaciones son esenciales para que el baño sea accesible y seguro para todas las personas.

4. Instalación de ascensores o salvaescaleras

En edificios de varias plantas, la instalación de ascensores adaptados es imprescindible para garantizar el acceso a las viviendas a personas con movilidad reducida. En Madrid, si un edificio tiene más de tres plantas, se debe instalar un ascensor accesible. Si la instalación de un ascensor no es viable, salvaescaleras o plataformas elevadoras pueden ser una opción alternativa.

5. Espacios comunes en edificios

Además de las reformas en las viviendas individuales, las zonas comunes del edificio también deben ser adaptadas. Los portales deben contar con rampas de acceso, y las botoneras de los ascensores deben instalarse a una altura accesible, entre 0,90 y 1,10 metros del suelo. Las puertas de acceso al edificio y al portal también deben cumplir con las mismas especificaciones de accesibilidad que las puertas interiores de las viviendas.

6. Tecnología domótica para mejorar la accesibilidad

Hoy en día, la domótica juega un papel clave en la mejora de la accesibilidad de las viviendas. Gracias a la tecnología, es posible automatizar diversos aspectos del hogar, lo que facilita la vida cotidiana de las personas con movilidad reducida o discapacidad. 

Sistemas domóticos permiten controlar de manera remota elementos como lucespersianaspuertas y ventanas, todo a través de dispositivos como smartphones o controles por voz. Esto proporciona una mayor comodidad y autonomía, especialmente para aquellos que tienen dificultades para moverse por la casa.

Además, Madrid sigue los estándares de la Directiva Europea sobre Accesibilidad (2019/882), que refuerza la obligación de adaptar viviendas y edificios a las necesidades de las personas con discapacidad. Esta directiva fomenta la integración de tecnologías accesibles, como los sistemas domóticos, en las viviendas. Estos avances no solo mejoran la accesibilidad física, sino también la calidad de vida de los residentes, permitiéndoles gestionar su entorno de manera más fácil y eficiente.

¿Quién financia las reformas de accesibilidad en las viviendas?

En el caso de realizar reformas de accesibilidad en espacios comunes de un edificio, como la instalación de rampas o ascensores adaptados, la comunidad de propietarios es responsable de cubrir los costes de estas adaptaciones. Sin embargo, existen límites en cuanto a lo que se puede exigir a los propietarios. Si la reforma implica un gasto desproporcionado, que se define como una cantidad superior al equivalente a 12 mensualidades ordinarias de los gastos de comunidad, la comunidad no está obligada a financiarla.

Cuando la reforma no excede este umbral, los costes se reparten de manera equitativa entre todos los propietarios, lo que asegura que todos contribuyan de forma proporcional, independientemente de si alguno de ellos se beneficia directamente de la reforma. Esto permite que las adaptaciones necesarias sean viables, incluso en edificios donde algunos propietarios no necesiten modificaciones.

En definitiva, la accesibilidad en viviendas no solo es una cuestión de comodidad, sino una necesidad que garantiza la calidad de vida para personas con movilidad reducida, mayores o con discapacidades. Adaptar una vivienda implica cumplir con diversas normativas que buscan asegurar la igualdad de acceso a todos los espacios, ya sea en viviendas nuevas o mediante reformas en construcciones ya existentes.

Las reformas necesarias para hacer una vivienda accesible incluyen modificaciones clave en el acceso, los pasillos, los baños y, en algunos casos, la instalación de ascensores o salvaescaleras. En Madrid, estas reformas deben cumplir con las normativas locales, que refuerzan los estándares nacionales y exigen que las viviendas y espacios comunes sean completamente inclusivos. Además, la integración de tecnología domótica, que facilita el control de luces, puertas y otros elementos del hogar, también contribuye a mejorar la accesibilidad y autonomía de los residentes.

A través de las ayudas disponibles y de una correcta aplicación de las normativas locales, es posible transformar cualquier vivienda en un espacio accesible para todos. Estas reformas no solo mejoran la calidad de vida, sino que también aseguran un entorno más seguro y funcional para quienes lo necesitan.