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La importancia de los materiales de cambio de fase en la construcción

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En el sector de la construcción también se innova. Se introducen cambios continuamente con el objetivo de reducir la demanda térmica que genera un inmueble, por lo que los materiales de cambio de fase o PCM (Phase Change Materials) están en auge. Conozcamos, por tanto, sus características, beneficios y aplicaciones.

Materiales de cambio de fase: significado, funcionamiento y aplicaciones

Los materiales de cambio de fase tienen este nombre debido a que en el momento en el que se cambie de estado sólido a líquido y viceversa, absorben o liberan energía térmica.

Son utilizados en aplicaciones de refrigeración o de calefacción debido a que producen un gran ahorro energético en los sistemas de climatización. Consiguen que la temperatura del inmueble sea constante, por lo que el ahorro en la factura es considerable.

Debido a esto, se trata de un tipo de material que está en auge en el sector de la construcción y que ha venido para quedarse, debido a su gran eficacia demostrada.

¿Cómo funcionan?

El funcionamiento de los materiales de cambio de fase es sencillo. Digamos que hay una cápsula y en su interior se mantiene el PCM en estado sólido. Si la temperatura ambiental sube, el núcleo del PCM absorbe la energía calorífica del aire, luego se funde y pasa a líquido. En cambio, si la temperatura desciende, el núcleo se enfría, pasa de nuevo a un estado sólido y la energía se devuelve al ambiente.

Esto hace que sea un material ideal independientemente de las condiciones climatológicas externas, tanto si es verano como invierno. Por lo que todo usuario que tenga especial interés en el ahorro de energía, deberá incorporar estos materiales de cambio de fase a su casa, porque permite ahorrar en aire acondicionado y reducir el uso de la calefacción. Son todo ventajas independientemente de la localización en la que se encuentre la vivienda.

¿Cuáles son los tipos de materiales empleados?

Por lo general, pueden ser orgánicos o inorgánicos. Un ejemplo de materiales orgánicos son las parafinas, que son térmica y químicamente estables. Aunque tienen la desventaja de que cuentan con una capacidad para almacenar energía menor y son más inflamables respecto a los inorgánicos. Y si hablamos de inorgánicos, tenemos las sales hidratadas, que destacan por son más difíciles de tratar que los orgánicos y tienen menos estabilidad.

¿Cuáles son las principales aplicaciones?

En la edificación normalmente se suministran los PCM mediante microencapsulados de polímero impermeable a granel y se pueden combinar con materiales tradicionales del mundo de la construcción. Así mismo, es importante mencionar que estos productos deben utilizarse dentro de edificios y no sirven para exteriores.