DmasC Arquitectos
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Qué es el confort térmico y por qué es importante

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La temperatura en entornos interiores es un tema muy interesante a tratar en la arquitectura. Se trata, claro, de un parámetro más en la relación de confort de los ocupantes.

Que haga calor o frío en una estancia no es baladí. Seguramente, en más de una vez has estado con más frío de la cuenta en la oficina, o has pasado calor en casa en verano.

Esto depende de la construcción y el grado de confort térmico que puede garantizar una estructura. Sobre este concepto queremos hoy poner el foco en DmasC Arquitectos.

Qué es el confort térmico

A grandes rasgos, el confort térmico es el el parámetro que garantiza un correcto mantenimiento térmico de una estancia para asegurar la comodidad de sus ocupantes.

Claro está, es una métrica variable, ya que cada persona percibimos la sensación de calor o frío de forma distinta. También está el hecho de que una guardería en Suecia no va a estar construida y aislada igual que un gimnasio en Brasil.

Por eso mismo, el confort térmico tiene que adaptarse a los usos del espacio y al contexto de la construcción.

Cómo se genera un correcto confort térmico

La ganancia solar

Siempre se ha dicho que los mejores edificios son aquellos con orientación sur y, los peores, aquellos que miran al norte.

Además de ser vox populi, es algo que se viene conociendo desde la Antigüedad. ¿El motivo de este razonamiento? La posición del Sol.

En invierno, el Sol está más «inclinado», por lo que no llega del todo a aquellos edificios que «miran» al norte. Y, en caso de tenerlo orientado al este o al oeste, tendremos luz solar solo por la mañana o por la tarde, respectivamente.

Esta es solo una variable que asegura un correcto confort térmico, conocida como ganancia solar. Dentro de este término se englobaría cualquier acción que facilitara la cantidad de calor generada de forma solar en el edificio. Claro está, existen otras variables como la relación entre pared-cristales, la reflexión del sol, el aislamiento…

La inercia térmica

Otro de los factores clave en el confort térmico es la inercia de los materiales.

Esta inercia térmica está controlada por los materiales y el tipo de estructura usada en la construcción del edificio.

Estos materiales (ladrillo, piedra, madera…) reaccionan con la temperatura exterior y aseguran que el interior se mantenga más frío o más cálido durante un período más largo.

Por ejemplo, ladrillos y piedra se considera que tienen alta inercia térmica. Debido a esto, se usan para mantener el interior fresco en épocas calurosas.

Por su parte, otros materiales tradicionalmente usados para la construcción como la madera, como la madera, son de baja inercia térmica. De ahí que sean usados en lugares más fríos para que los interiores se calienten antes.

Aquí entra en juego lo que se conoce como aislamiento y material envolvente.

Aislamiento

El aislamiento exterior de un edificio es una cubierta construida o instalada en, como su nombre indica, la parte externa del mismo. Esto se usa para aislarlo térmicamente del exterior, mediante diversos procedimientos.

Por ejemplo, una aplicación muy frecuente a día de hoy es la colocación del SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior). Gracias a esto, se consigue reducir la superficie de puentes térmicos, aquellas zonas que dejan pasar el calor o el frío, para mantener la temperatura interior ideal durante más tiempo.

Ventilación

La ventilación es el último punto importante en el tratamiento del confort térmico en un edificio.

El objetivo de esta es que se libere humedad mediante las corrientes de aire y se dé un flujo constante del mismo.

Por ejemplo, si estamos en una habitación pequeña y cerrada, hará más calor que si tiene la ventana abierta. De ahí que se recomiende abrir todas las ventanas y puertas exteriores durante las mañanas de verano.

Para una correcta ventilación, lo ideal sería que todo proviniera de corrientes naturales con aire a diferentes temperaturas.

Sin embargo, a día de hoy es mucho más común garantizar una correcta ventilación y climatización gracias a procesos mecánicos.

El futuro del confort térmico

Nuestros deseos de estar a gusto en la oficina o en casa no van a cambiar.

Sin embargo, sí lo tiene que hacer, por las buenas o por las malas, la forma en la que garantizamos el confort térmico de los edificios.

El planeta se está calentando poco a poco, y las emisiones a causa de la calefacción y el aire acondicionado no ayudan.

Por eso mismo, lo más recomendable es que desde el sector de la construcción aportemos ideas y proyectos centrados en la rehabilitación y construcción de edificios más sostenibles, que garanticen por sí solos una temperatura ideal en el interior de forma pasiva.