En este post te mostraremos las fases comunes que siguen todos los proyectos de arquitectura y cómo se debe comportar un arquitecto.
Índice de contenido
Primera fase: todo sobre el papel
Lo primero que debes tener en cuenta es la fase previa a la construcción. Esta es muy importante pues se basa en la comunicación entre cliente y arquitecto.
El objetivo de una primera reunión entre las dos partes es que quede claro el proyecto del cliente. La información ha de ser detallada y muy específica para que no haya margen de error.
En este primer encuentro también se determinará el presupuesto para la reforma o construcción, lo que no se quiere tocar y el dinero destinado al estudio de arquitectura.
Una vez pasada esa primera reunión, el arquitecto deberá realizar un estudio de viabilidad del proyecto para conocer si es o no rentable. Luego, si sale rentable, seguirá con el diseño preliminar.
El diseño preliminar en un proyecto de arquitectura sirve para escoger materiales, formas de trabajar, diseño de la vivienda, etc. Es decir, dejar zanjado todos los temas en abierto. Es decir, es un proceso creativo.
Segunda fase: al Ayuntamiento
Una vez hecho todo el estudio previo y decidir si es o no rentable la construcción, se pedirán los permisos requeridos al ayuntamiento.
Toda la información que ha ido realizando con los planos, los estudios y demás pasa a disposición del Ayuntamiento para aceptar o no el programa. Aquí la gente suele equivocarse pensando que es el cliente el que tiene que ir a por los papeles y no. Debe ir el arquitecto al mando del proyecto.
El arquitecto debe entregar la siguiente información:
- Memoria descriptiva del programa y constructiva de la reforma.
- Planos de toda la reforma.
- Acreditar que se cumple el Código Técnico de la Edificación y todas las normativas de aplicación que procedan.
- Resumen del presupuesto final.
Tercera fase: manos a la obra
Después de aprobarse la licencia, toca que el arquitecto trabaje. Lo primero que hace es colocar todos los planos encima de la mesa. Solo así puede estar al tanto de todo y tener en cuenta los pequeños detalles.
Es el arquitecto el que se encarga de que todo el trabajo sale de la manera más rentable. De esta forma, estaría creando un valor añadido sobre su estudio de arquitectura.
Cuarta fase: fin del proyecto
Una vez acaba la obra, el arquitecto debe hacer una última cosa: establecer un certificado de finalización y garantizar que todo siga los permisos de construcción.
Se realiza una inspección y si todo está bien, se aprueba el trabajo realizado.
DmasC
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