Una piscina interior puede situarse en el interior de una casa o piso, adaptándose en tamaño, gusto o espacio.
Pero para acertar con su diseño, debemos tener en cuenta estos 6 pasos:
Índice de contenido
1. Elegir detenidamente la ubicación de la piscina
Quizás parezca evidente que es por dónde hay que empezar, pero para elegir dónde quieres situar tu piscina interior, no sólo tendrás que tener en cuenta dónde te gusta más, sino también los puntos que citaremos después.
Lo ideal también es que sea en un lugar amplio, que no entorpezca al flujo de movimiento diario del hogar, a ser posible en una habitación vacía, o en una parte de una habitación donde la piscina quede más apartada.
Cabe la posibilidad, de que no puedas situarla en la habitación que te gustaría, debido a motivos de peso, o que concretamente en tu piso, no sería viable construir una piscina. Por ello hay que realizar un buen estudio antes y descartar posibles obstáculos.
2. Usar materiales resistentes
Hay que tener en cuenta qué material quieres en tu piscina y qué materiales tiene la estancia dónde la quieres situar. Una piscina dará humedad y todo deberá estar preparado para ello.
Cuando se construya la piscina, aparte de elegir los materiales idóneos para ella, habrá que adecuar la habitación, con materiales resistentes a la humedad.
3. Tener una temperatura agradable
Para que sea reconfortante bañarte en ella, debes contar con una temperatura agradable. Puedes decidir si quieres aclimatar el agua, tener calefacción en la habitación o ambas opciones.
Aquí también puedes tener en cuenta, si hay una estancia que tenga una temperatura muy agradable debido a su ubicación y situar allí tu piscina interior, para ahorrar energía.
Es importante también, un buen aislamiento térmico en puertas y ventanas.
4. Gran iluminación en tu piscina interior
La luz es vida y para una piscina cuánta más mejor. Este punto también puede ayudarte para elegir dónde situar la piscina, eligiendo la estancia con más luz y sol.
Si en la habitación no hay suficiente luz tendrás que pensar en posibles soluciones, como agrandar sus ventanas para dotarla de más claridad.
También puedes poner distintos puntos de luz artificial dentro y fuera de la piscina, para cuando el sol se haya escondido, y así poder seguir disfrutando de ella.
5. Contar con buenos profesionales
Crear el diseño de una piscina no es sencillo y más cuando es de interior, por eso es necesario contar con profesionales para llevar a cabo este proyecto.
Desde DmasC podemos ayudarte, somos un estudio de arquitectura con una excelente técnica, amplia experiencia y servicio personalizado, totalmente a medida.
6. Un correcto mantenimiento
Aunque este paso no está relacionado directamente con la construcción de tu piscina interior, es imprescindible para que no dé problemas y esté siempre como nueva.
Puedes hacerlo tú mismo, informándote de qué productos usar para limpiar, mantener el ph… o puedes contratar a un profesional.
Tener una piscina en el interior de tu casa, tiene muchas ventajas: te permite usarla todo el año, se mantiene más limpia que en el exterior y dota de mucha personalidad estética a tu hogar.
¿Te imaginas dónde y cómo sería tu piscina ideal?